Honestamente, pensar que han pasado 10 años desde el día en que Guitars Boutique comenzó es algo muy difícil de creer. Para nada parece que ha pasado una década. La verdad que se siente como si fuera el otro día que se abría un pequeño local con mucha ilusión y ganas de vender guitarras para que las personas se alegraran la vida. Para este servidor que les escribe es como si estuviéramos comenzando. Pero si se mira hacia atrás, hay rasgos de que el tiempo sí ha pasado.
El principal y más evidenciable son las canas. Ahora entiendo por qué los gobernadores sacan tantas en tan poco tiempo. Y es que las preocupaciones no acaban, ni dan tregua, ni se puede apagar la mente (quisiera que existiera un switch que así lo haga). Por otro lado, se ha ampliado el showroom de 460 pies cuadrados a tener un piso completo.
A pesar de que este proyecto se ha transformado de muchas maneras, el concepto principal sigue siendo el mismo: tener el mayor inventario de guitarras para poder satisfacer de manera honesta a los músicos que nos visitan. NO, aquí no hay trompetas, ni teclados, tampoco baterías ni violines. Somos tienda de guitarras, entiéndase acústicas, eléctricas, clásicas, bajos y ukuleles, aunque también hay algunas mandolinas y cuatros.
DEL MUSIC BUSINESS A VENDER GUITARRAS
En otra época corría con bandas de rock haciendo mil cosas, las ultimas siendo Sí Señor y DaZoo. Pero al mismo tiempo también me llamaban de los canales de televisión, las disqueras y todos los relacionistas públicos para conseguirles músicos. Entiéndase que mientras el artista hacía su presentación en la tele como si estuviera cantando la canción en vivo (aunque sabemos que era el disco sonando), yo tenía a cargo conseguir los músicos para que hicieran el teatro de que estaban tocando detrás. Si piensa en cualquier artista, yo estuve detrás haciendo aguaje. Para esa época una excompañera de trabajo de Sony Music en Miami, Rebeca León, actualmente manager de Juanes y J Balvin, comienza a trabajar en Gibson Guitars como Artist Relations. Ella me da un auspicio para que yo usara instrumentos Gibson en los musicales en la televisión y, así, a mi casa llegaron 3 guitarras como para el 2006.
Para marzo del 2009, más o menos, le pregunto a Juan Lopera, el Artist Relations de Gibson entonces, (actualmente gerente de Taylor Guitars para toda Latinoamérica) por qué sus guitarras no se vendían en Puerto Rico. Su contestación fue que les hiciera una propuesta. Yo muy atrevido se las hago de una compra inicial de $30,000. Pensé que como la marca era muy conocida e incluía Epiphone, pues no podía ofrecerles cómprales $10 o $15k, así que zumbé con todo y saqué pecho. Pero lo peor en aquel momento (aunque lo mejor ahora) es que me la aceptaron. Digo lo peor porque la realidad es que no tenía los 30k para la compra, tampoco un local, y menos para habilitar el mismo. Sí había sangre de comerciante pues vengo de chinchorro de barrio.
Mis 2 abuelos, Pepe Luna en el barrio Marueño, y Tono Vélez en el barrio Guaraguao (ambos en Ponce) tenían el típico colmadito de barrio, de esos que venden leche y pan con cigarrillos y cervezas. No abarco más por aquí ya que sería otra historia, pues mi familia y mis tíos también tienen. Acepté el reto de montar una tienda pues no había marcha atrás. Tenía una oficina en el segundo piso donde actualmente es Guitars Boutique y alquilé un espacio en el primero, un pasillo de 10 pies de ancho por 46 de largo (actualmente es el área de los bajos eléctricos, discos y cables/conectores). La verdad es que el espacio era una ¼ parte de lo que es ahora nuestro showroom. Para levantar capital vendí las 3 Gibson que me habían auspiciado (ups, sorry Gibson), además de una Telecaster (a Víctor de Atención Atención), un teclado, un PA, una batería y un par de cosas más que tenía. Adicional, invertí todo lo recaudado en las 2 conferencias de música que hice en 2008 y el 2009 (PR Music Business Conference), más mis ahorros y mi esposa me dio el dinero que pudo. Así logré levantar casi para hacer la compra inicial pero, no tenía para habilitar el pequeño local. Hacía falta dinero para los permisos, pintura, decoración, rótulos, etc.
LOS PADRES SABEN
La realidad es que llevaba un par de días pensando cómo podía llamar a mi papá para ver si me podía ayudar pues ya estaba metido hasta el soco del medio pero, seguía corto de presupuesto para desarrollar el proyecto. Sin embargo, los padres saben más que uno. Una mañana mi papá me llamó y después de echarme la bendición, su siguiente oración literalmente fue: ¿cuánto te falta? Así como se los digo pasó, como si me hubiera estado leyendo la mente o como si la telepatía de varios días le hubiera llegado. Le dije $15K (no sé por qué le dije ese número pero fue el que salió, y pienso que pude haber sonado hasta algo profesional como si tuviera un business plan). Me dijo que me daría la firma para un préstamo, que lo fuera a buscar. Ahí mismo me monte en el carro y fui hasta Ponce para ir con él al banco.
Al fin y al cabo, y brincando un poco, todo estaba casi listo. Estaba muy pendiente a que me avisara mi amigo Jocelin de Caribex cuٔándo me llegarían las guitarras, que era lo que faltaba. A finales de junio de 2009 me llama y me dice, te entrego tal día. Así un 30 de junio hice una pequeña actividad tipo corte-de-cinta pero sin la cinta ni la tijera, con familia y amigos, y al día siguiente, el 1 de julio abrió Guitars Boutique y se comenzó a coger cantazos. Había que vender si o sí.
PA BRASIL DE CRUCERO
Guitars Boutique comenzó con 16 guitarras Gibson y solamente 7 modelos Epiphone (puestos 2 de cada uno en la pared para que parecieran 14). No había casi accesorios pero sí mucha decoración. La voz se fue regando y la primera guitarra que se vendió fue una Gibson Flying V de como $1,200. No sé exactamente qué día se vendió pero fue en menos de una semana de estar abiertos. En ese momento dije, esto parece que va a estar OK.
Como a la semana llega un tipo de Brasil, que estaba de visita en la isla por que la hija participaba en un torneo de Badminton (recuerdo que me pregunté: ¿aquí se juega eso?). Me contó que era el dueño de un sitio que se llamaba Guitar Burger. El señor se va y regresa como a la hora y compra una Gibson Explorer Cherry y yo no lo podía creer. Él me dice que había llamado a su hijo y que éste le indicó que en Brasil la misma guitarra le saldría mucho más cara. Esta historia la hago pues somos los que implementamos en Puerto Rico la modalidad de vender al precio de tiendas de instrumentos por internet pues sabíamos que era el precio indicado.
Otro día, llega un email de un músico que trabaja en un crucero preguntando si teníamos una Gibson Les Paul Custom en Cherry. Tenía la guitarra más cara de la tienda en un display bajo llave y la misma se vendía como en $3,300 en aquel entonces (hoy en día valen como $5k). Leo el email, miro al display, vuelvo a leer el email y vuelvo a mirar el display. No podía creer que tenía la guitarra que el hombre quería, en el color que la quería. El único problema es que su barco atracaba domingo y la tienda no abría ese día. Dicho y hecho llegó en taxi y lo recibí el domingo y abrí la tienda para él solito. Eso sí, como estaba “cagao” de que no fuera a ser un truco, me llevé a mi suegro que me acompañó y muy pacientemente esperó mientras hacíamos la transacción (terminamos dándole hasta pon de vuelta al muelle del Viejo San Juan).
LOS PROBLEMAS LLEGAN SOLOS
Hoy en día, quizás ya no me ven mucho en el showroom, por el eterno caudal de responsabilidades y preocupaciones que implica dedicarse a compras, administración, mercadeo, operaciones y recursos humanos. Ya sea por los suplidores pidiendo documentos o llamando, el contable haciéndonos cumplir con las exigencias del gobierno, o las múltiples cosas que hay que hacer pues la realidad es que termino utilizando más la computadora y la calculadora. Sin embargo, sí he visto a jovencitos convertirse en adultos y a principiantes convertirse en pros.
En 10 años he visto cómo niños que acostumbraban a que sus papás los trajeran, ahora vienen solos, o acompañados de pareja. Aquí se han hecho amigos, hemos ganado enemigos sin querer, y me he dado cuenta que siempre los problemas llegan solitos por la puerta.
Honestamente nadie le dice a ningún empresario que llegarían múltiples pirañas por la puerta a hacer recolectas raras, a pedir dinero, a vender su producto, a pedir ayuda. Nadie dice la cantidad de auspicios que se piden, donaciones y obras comunitarias, ni tampoco las personas que llegan a pedir direcciones, que se les queda el carro, que piden herramientas, o favores. También han llegado personas con peste (literalmente) o gente que viene a abombar el baño. Tampoco tenía conocimiento que haría trabajo de guardia de seguridad, y de estar pendiente a locos que llegan por la puerta.
Aquí una anécdota. Un día le pagamos a una compañía para darnos al crew un taller de servicio al cliente de 6 a 9PM. Literalmente al día siguiente, llega una señora alborotada como cuando la gallina cree que le van a coger los pollitos. Ella decía que la guitarra que compro no servía y para quitarme el problema le devolví el dinero, pues no quería lidiar con su falta de respeto. Pero la señora me seguía gritando. Le insistí que ya le había devuelto el dinero y que no había más nada que hacer, pero seguía gritando y no se iba. La verdad que mis palabras no fueron nada agradables y es la única persona que al día de hoy he tenido que botar. Un empleado, en son de broma, me dijo que había botado el dinero del taller de servicio al cliente.
ME REJODE A LA QUINTA POTENCIA
En otra ocasión, una señora vino a reclamar por qué la guitarra de 10 pies que tenemos en muchas ocasiones afuera de la tienda (para llamar la atención de los que transitan) le había rallado su carro. No podía creer como un objeto estático (y muy fácil de ver) le había hecho algo así, pues la persona se negaba a aceptar que me chocó mi guitarra. En fin, como me negué a pagarle los daños, terminé teniendo que guardar la super guitarra por un tiempo, ya que se trataba de la dueña del edificio que no sabía estacionarse y fue a la oficina de permisos urbanísticos reclamando que la guitarra no podía estar en la acera.
Así mismo, aquí se ha visto a personas amenazarme diciéndome que son abogados, en 2 ocasiones diferentes. A la primera, le dije que yo era el dueño y que no me interesa el dinero que no me toca. A la segunda, le dije que como mencionó abogado que tenía que dejar la conversación paralizada para asesorarme con el mío (no entiendo por qué el que es abogado le gusta poner el título de frente). Pero tengo que decir que, a mis 45 años, lo más que me molesta es la gente que no ha venido a la tienda en muchos años y al entrar y verla bonita lo primero que me dicen es: Te va bien!!! como con un canta’o de: ejeee, tienes chavitos. Sorry, pero eso me rejode a la quinta potencia. Lo que me da ganas de decirles es que todo aquel que trabaje al menos 10 horas al día por 6 días a la semana (y que se pasa enviándose recordatorios en cualquier momento, sea en el cine o en el baño) tiene derecho a progresar. Por otro, también quisiera decirle a esos envidiosos, que gracias a ellos no es que me va bien, pues ni un paquete de cuerdas me han comprado.
SALUDOS A LOS COPIONES:
Dicen que la mejor forma de halago es el que te copien. Pues quiero enviarle saludos a todos los que se copian. Aquí se hace mucho research y se escucha mucho a nuestros clientes, de corazón, pues existimos gracias a ellos. Aquí se buscan las cosas que los guitarristas quieren poder conseguir en nuestro país, y se pasa mucho trabajo contactando compañías y trayendo lo que nadie trae. Otras tiendas simplemente basan su trabajo en estar pendientes a lo que traemos. Saludos a la tienda del área Oste que se pasa copiándonos.
AGRADECIMIENTOS:
Guitars Boutique no es el contenido dentro de las 4 paredes que lo componen, más bien, su elemento principal es el crew que trabaja arduamente para dar el máximo, no tan solo manteniendo un espacio bonito y presentable, más bien dando cátedra de servicio al cliente. Y por eso, públicamente tengo que decir gracias a Anthony, Pedro, Edison, y a los reclutas más recientes: Eduard y Ricardo. Gracias a los demás empleados que fueron parte de esta aventura. Gracias a compañías que nos han ayudado a crecer como Taylor Guitars, Gibson y Mesa Boogie, por confiar en nuestro trabajo; a compañías con excelente servicio como Dadario, Elixir, Ernie Ball y DR Strings; a los que nos han dado la mano en tiempos difíciles: como Korg después del huracán María; a los que se tomaron el riesgo de vendernos en un comienzo como Electro-Harmonix y Vox; a las que han presentado eventos en nuestro local como Godin, Blackstar, Ampeg y Cordoba. Agradecimiento especial a mi esposa por el apoyo incondicional y por soportar tanto. Mención honorifica a ASCAP por siempre ayudarnos con nuestros embelecos del Guitars Café por tantos años.
POR ENCIMA DE TODO: Gracias a todos y cada uno de los que nos han visitado, a nuestros clientes fieles, en especial a aquellos que ya conocemos por nombre. Gracias por hacernos llegar a la década de existencia.
Randy Luna
Guitars Boutique